RESPUESTA: Los extranjeros que buscan asilo en Estados Unidos tienen derecho a pedirlo y a un permiso de trabajo, pero todo depende de cómo entra al país, si lo hace con una visa, se presenta en un puerto de entrada o lo detienen intentando ingresar indocumentado. Es importante tener el máximo de información posible para cada uno de los casos o maneras de entrar a Estados Unidos. El primero de todos los derechos es pedir asilo, es un derecho legal. Pero no hay derecho a que el gobierno le asigne un abogado de oficio porque el asilo se trata de un proceso de carácter administrativo, no criminal. Desde principios de enero una categoría de extranjeros originarios de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela que vienen en busca de asilo, lo hacen a través de un patrocinador autorizado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), viajan en avión y cuando se presentan en un puerto de entrada aéreo reciben un permiso por dos años y tienen automáticamente derecho a un permiso de trabajo.
En esos dos años deben pedir asilo o ajustar su estado migratorio bajo cualquier programa legal disponible, como el asilo. Si no lo hacen, cumplido el plazo deben irse de Estados Unidos. Pero se trata de la excepción. El resto que viene en busca de asilo y quiere trabajar legalmente, cada uno es evaluado independientemente de acuerdo con la manera que entró y en algunos casos, deben esperar un mínimo de 180 días desde que piden asilo por medio de un Formulario I-589. Hay varios grupos de extranjeros y/o refugiados y cada uno tiene un reglamento. Pero lo que deben entender es que no todos tienen los mismos beneficios al mismo tiempo. Y hay quienes, incluso, son rechazados y deportados de manera expedita a sus países de origen. Respecto a si el gobierno federal tiene alguna responsabilidad con los extranjeros que piden asilo, como signatario del Protocolo de 1967, Estados Unidos tiene la responsabilidad de procesar las solicitudes de asilo y decidir si alguien puede recibir protección legal. Esta es la responsabilidad de todo país signatario del Protocolo de 1967, el cual indica que “Estados Unidos tiene la obligación legal de brindar protección a quienes califican como refugiados”. De acuerdo con la ley de asilo y/o refugiados, la protección que brinda el gobierno es el no poder regresar a su país de origen a una persona a la que se le ha concedido asilo.
Los asilados reciben autorización para trabajar en Estados Unidos, pueden solicitar la tarjeta de Seguro Social, un permiso para viajar al extranjero (pero no al país del cual huyó porque si no pone en duda la causal de asilo) y traer miembros de su familia. Los asilados también pueden ser elegibles para ciertos programas gubernamentales, tales como Medicaid o Asistencia Médica para Refugiados.
Al cabo de un año como asilado, el extranjero califica automáticamente para pedir la residencia legal permanente (LPR, green card o tarjeta verde). Y cinco años después de recibir la residencia, califica para pedir la ciudadanía por naturalización.
Sin embargo, el estatus de asilo es “discrecional”. Esto significa que el gobierno puede negar la protección de asilo aún si cumplen con la definición de refugiado.
¿Qué es un refugiado, de acuerdo con la ley?
Esta definición es la base fundamental del asilo. Refugiado se de ne, basado enelderechointernacional,la Convención de las Naciones Unidas de 1951 y el Protocolo de 1967 del cual es signatario Estados Unidos, refugiado “una persona que no puede o no quiere regresar a su país de origen, y no puede obtener protección en ese país debido a una persecución pasada o a un temor fundado de ser perseguido en el futuro por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social particular u opinión política. Aunque parezca fácil cumplir con esta definición, en realidad es muy difícil. La mayoría de los solicitantes de asilo que vemos en Estados Unidos no podrán cumplir con la definición de refugiados, particularmente porque muchos de estos solicitantes nunca habrán sufrido el alcance de persecución requerido.