Las enfermedades del corazón siguen siendo la causa número uno de muerte en los Estados Unidos tanto en hombres como en mujeres de todos los grupos raciales. “En promedio, una persona muere de una Enfermedad Cardiovascular (ECV) cada 36.1 segundos y las estadísticas de 2019 indican que se producen 2396 muertes diarias por Enfermedad Cardiovascular en EE. UU.” (Asociación Americana del Corazón).
El término enfermedades cardiacas, describe una variedad de patologías que afectan al corazón y su funcionamiento; en cambio, cuando se habla de la enfermedad coronaria o de las arterias coronarias, nos referimos al tipo más común, la enfermedad cardiovascular, que se caracteriza por la ateroesclerosis, que es la presencia de una placa de grasa y colesterol en las paredes de los vasos sanguíneos, cerrándoles e impidiendo el normal flujo de sangre, lo que puede llevar a un ataque o a un derrame cerebral. Otras patologías del corazón como las arritmias, la insuficiencia cardiaca, problemas valvulares e inclusive el infarto, puede ser debido a enfermedades propias del corazón, así como también por complicaciones de otras enfermedades crónicas, o el uso y abuso de medicamentos.
Lo más serio que puede ocurrir es, que estas enfermedades no sean diagnosticadas, sino hasta que la persona experimente signos o síntomas de una insuficiencia cardiaca, una arritmia o un ataque.
Para evitar estos problemas hay que conocer los factores de riesgo que corren en la familia, como la diabetes, hipertensión arterial, derrame cerebral, obesidad, hay que tomar acción para cortar el circulo de estas patologías. Además, se debe evaluar nuestro estilo de vida, ya que este puede determinar nuestro nivel de riesgo; sin olvidar que la posibilidad de desarrollar cualquiera de estas enfermedades cardiovasculares, aumenta con la edad.
Por otro lado, si se ha desarrollado estas patologías, debemos educarnos para cambiar el curso de las mismas, a través de adoptar un estilo de vida saludable, guiados por un proveedor de salud que nos permita hacer prevención y detectar a tiempo cualquier alteración.
La Asociación Americana del Corazón, mide la salud cardiovascular del país mediante el seguimiento de siete factores claves de salud, que aumentan los riesgos de enfermedades cardíacas y ataques o derrames cerebrales, y los mide para hacer un seguimiento del progreso hacia la mejora de la salud cardiovascular. Estos 7 factores son: no fumar, hacer actividad física, alimentarse con una dieta saludable, controlar el peso corporal, el colesterol, la presión arterial y el azúcar en la sangre.
Además, se debe cuidar la salud mental, matizar el trabajo con procesos de relajación, fomentar la armonía familiar, mediante conversaciones bien intencionadas y participativas con los miembros, de esta manera se estará disminuyendo los factores de riesgo y fomentando una vida saludable.